martes, 22 de noviembre de 2011

When it rains.


Calmada, tranquila, van callendo gotas y no pasa nada. Sin embargo, la piel amarilla del sol cubre esta mañana las calles, y muestra en las gotas su reflejo, las usa de espejo. La gente corre con paraguas, mal dice, entra al local mas cercano. Que les pasa? Salgo. Camino con la lluvia porque es mi amiga, y se siente sola. Me narra sus historias como en canciones, sus problemas hoy se los lleva el viento, otro día me los va a contar él. Calmada, tranquila, paso ligero el mio y la gente me atropella. En el parque, busco la sombra de un arbol y me siento, el impermiable evita el contacto de mi piel con la tierra mojada. Miro al cielo, ahi esta él también con sus siete colores, haciendo acto de presencia. Ya lo extrañaba. Los caballos del carrusel estan tristes, nadie les hace compañia cuando Frida aparece. Frida, así me dijo que se llama. Saco mi cuaderno y dibujo, con la mirada perdida en los colores del carrucel. La gente no mira esas cosas, esperan que el chico de su vuelta y vuelven a casa sin unas monedas, es todo. No ven que esos colores son unicos, un poco gastados, pero recuerdo cuando recien la pintaron. Era pequeña, aun subia y moria por conseguir la sortija y subir de vuelta. Entonces solo pensaba en comer un chocolate o ir a lo de algun amigo a jugar. Hoy me detengo en cada detalle, ya no tengo tanto tiempo, hay que aprobecharlo. Apurarse es triste, las cosas pierden su magia si se hacen rapido. Frida empezó a pelear con el viento, se fueron los dos, y el naranja del arcoiris que ya no está se le pasó al sol, ya es tarde. Calmada, tranquila, guardo mi caballo de grafito en el bolso y me levanto esperando mas calma en las calles. Fuera del parque la gente tiene cara seria, sigue corriendo. Que frustrante...

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