Un falla en los cálculos.

No soy nadie, nadie para vos después de todo, sólo otra chica más. Una del montón, que cree conocerte y piensa que te importa pero te da igual, sos un mujeriego. Todo lo que pude saber fueron las cosas que aparentabas ser a través de tus ojos y tu estúpida y tierna sonrisa. Nunca vas a saber lo que siento, nunca vas a saber que existo de esta forma en que existís para mi. Veo tu cara en cada puto lugar al que miro, e imagino tu voz en todo momento. Mil veces pedí alguna vez poder verte, estar con vos y que conozcas mi mas sincero yo, pero debería haber conocido tu vos real antes de desear tal cosa. Me gustas, me gustas y lo odio, odio que sea así. No me acerqué por como te ves, sino por la forma de ser que tenés, ese qué me importa y esa frialdad, pero me dejé comprar por esas palabras falsas que solías decir para darme calma y fuerza, todas esas patéticas mentiras que yo creí. Siento mariposas en la panza, se me vuela la cabeza, escuchar tu nombre hace que me saltee un latido. Cómo puede ser que te haya querido por primera vez por una montaña de forradas que me comí o me quise creer, sin encarar que de un minuto para el otro te ibas a olvidar de mí? Tuve esa sensación de flechazo y ahora no puedo dejarte ir, nadie nunca dijo que abrir tu corazón a la persona equivocada fuera a ser fácil de enfrentar... y te aseguro que no lo es.