martes, 22 de noviembre de 2011

Fiesta de farsantes en la espuma social.

Estoy cansada de la política y de la religión, estoy cansada de los robos y la extorsión. Estoy cansada de la manipulación, de la gente falta y la corrupción. Estoy cansada de las mentiras, de la gente creyente que piensa que un milagro va a salvar sus vidas, que vive de lo que respira, que no busca una salida. Estoy cansada del conformismo, del miedo a pelear por uno mismo, del patriotismo, el heroísmo, de la hipocresía que emanan las personas que se creen reyes del ambientalismo y me enferma el autismo. Estoy cansada de la música berreta, de la población concheta, de todo aquel que sea careta y quien no pueda armar una idea concreta. Estoy cansada de la clásica mina que sigue quince dietas, de las que te miran con asco tratando de ser discretas; me da pena la biblia completa y que ser feliz tenga una receta, que todo sea una etiqueta, que el mundo tenga tantas grietas. Para ser sincera me da asco que la calle esté tan sucia, que toda ayuda no se brinde porque sí, sino con astucia, que de lo malo todos vean cada minucia. Y si es por confesar, odio que por todo lo que se hace haya que pagar, que la música en algún momento siempre deje de sonar, que antes de conocer a alguien pienses que te va a violar, o en todo caso asesinar, y que no se pueda salir a la calle con ropa de mujer fatal, porque todo civil que pueda te va a gritar. La verdad estoy cansada de esta sociedad, de que la gente crea que tiene impunidad, que nadie vea la mentira de la libertad, todo se soluciona con agresividad, y esto no da para más amabilidad. Me cansé de vivir en esta galaxia donde a cualquier humano un problemita le genera una ataxia. Me voy a mudar a otro lugar, en donde no me haga falta rimar para que alguien me entienda.

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